El 13 de julio del mismo año, la oficina y una parte de los archivos del club fueron destruidos tras los bombardeos. En 1944 logran el campeonato alemán del sur y el club se clasificó para la ronda final en el campeonato alemán. Ya para la temporada siguiente el plantel se encontraba diezmado y el club al borde de la quiebra en medio de la crisis deportiva y financiera, al punto de hallarse embargado e inhabilitado para realizar incorporaciones, debiendo afrontar el decisivo Torneo Clausura con una mayoría de juveniles, entre los cuales se destacaba Leonardo Pisculichi.